Reconocen 21 años de trabajo de Gutierre Aceves en la Casa ITESO Clavigero

Ximena Torres 

La casa que durante 21 años Gutierre Aceves Piña preparó para acoger a otros abrió ahora sus puertas para recibirlo a él. En una ceremonia de júbilo y agradecimientos incesantes, los amigos de quien fue el coordinador de la Casa ITESO Clavigero desde 2004 reconocieron su trayectoria dedicada al estudio, la difusión y la preservación del patrimonio cultural de Guadalajara. 

Esa noche, el 2 de diciembre pasado, el patio del recinto cultural universitario estaba a rebosar de familiares, colegas y estudiantes de quienes Aceves Piña ha sido cómplice a lo largo de sus 40 años como investigador, curador, gestor cultural y docente. Ahora que se jubila, cierra un ciclo convertido en una figura fundamental para la vida cultural del ITESO y de toda Guadalajara. 

Antes de comenzar el evento, Guitierre se encontraba al frente de una fila de personas deseosas de expresarle sus felicitaciones y darle un abrazo. Desde un poco más lejos, quienes prefirieron guardarse el saludarlo para un momento más tranquilo, le sacaban fotos y algunos videos que seguramente usarían después para presumir a su amigo en redes sociales o con otros colegas que se quedaron con las ganas de unirse a los honores. Mientras, el homenajeado ofrecía saludos cálidos, que cada tanto llegaban acompañados de una broma y una carcajada. Claramente se le veía en su hábitat natural, cumpliendo con la tarea que se propuso hacer por más dos décadas: dar la bienvenida al espacio que representa “la ventana del ITESO en la ciudad”. 

 "Hoy es un buen momento para agradecer a la institución y a todas las personas con las que trabajé y que a la postre se convirtieron en mis amigos [...] Es el momento de reemprender el viaje con nuevos bríos para continuar con mi adicción a la experiencia estética y mi pasión por la gastronomía”, dijo Gutierre durante la ceremonia. 

Aceves Piña es un hombre formado en Historia del Arte en la Universidad Iberoamericana (Ibero) Ciudad de México y con una larga experiencia al frente de museos como el Instituto Cultural Cabañas, donde fue director general entre 1994 y 2002. Llegó a la Casa ITESO Clavigero al inicio de la vida de este espacio como recinto universitario. A lo largo de sus años de trabajo dio forma al espíritu del lugar, comenzando por la declaración del inmueble como Monumento Artístico de la Nación por parte de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y del Instituto Nacional de Bellas Artes en 2006, hasta consolidarla como un importante espacio cultural de Guadalajara, epicentro de la vida urbana. 

“Muchos lo perciben así, la casa es un espacio neutro donde organismos de otro tipo (diferentes al ITESO) se sienten en tranquilidad y confianza de hacer aquí sus reuniones”, agregó el homenajeado. 

Gutierre y la casa crecieron juntos 

La Casa ITESO Clavigero y él estaban destinados a encontrarse. Cuando llegó a vivir a Guadalajara, su amigo, el arquitecto Ignacio Gómez Arriola le propuso hacerla su hogar, pero eso no sucedió hasta años más tarde, cuando Alfonso Hernández Barba, entonces director del Centro de Promoción Cultural del ITESO, le hizo la invitación para coordinar el espacio.    

La oportunidad de ocuparla diariamente, leer en sus jardines y contar historias a través de sus exposiciones hizo que Gutierre y la casa se mimetizaran. Ahora tienen la misma alma, dice él. Y como se cuida la casa propia, también él cuidó la obra de Luis Barragán, construida para Efraín González Luna en 1928. "El espacio se ha convertido en un modelo de gestión de una edificación que se mantiene en uso y en un excelente estado de conservación”, reconocieron durante la ceremonia. 

A Gutierre Aceves le tomó algunos años darse cuenta de que el proyecto propuesto para la casa por el entonces rector del ITESO, Héctor Acuña, SJ, era totalmente afín a su proyecto de vida y a sus intereses personales. Luego, los tres ejes fundamentales de las exposiciones en el recinto —el patrimonio regional, el legado jesuita y la vida de la ciudad de Guadalajara—, le permitieron desarrollar exposiciones como Castillo interior: presencia de Santa Teresa en una morada de Luis Barragán (2015), Fragilidad y belleza: un diálogo con el Licenciado Vidriera (2017), y La jugada: Santo Santiago y los tastuanes (2018), por mencionar algunas que a él se le quedaron marcadas.  

Ese crecimiento recíproco entre la casa y su guardián fue algo que celebró Alexander Zatyrka Pacheco, SJ, rector del ITESO, en su mensaje enviado durante el acto protocolario del reconocimiento. “Sé también que la casa te ha dado vida y te ha permitido experimentar y crecer en tu proyecto profesional y personal. Eso busca el ITESO, que la universidad se fortalezca, innove y se desarrolle con el talento de sus colaboradoras y colaboradores, y que a la vez, cada integrante de la comunidad pueda crecer y sentirse feliz”. 

Los amigos de Gutierre también le dedicaron palabras de cariño y lo describieron en sus múltiples facetas: artista, especialista, maestro e investigador. En todas ellas generoso, coincidieron Alfonso Alfaro, investigador del legado jesuita, y Juan Carlos Núñez, periodista y secretario de Rectoría del ITESO. 

Ángel Santos, maestro alfarero, agradeció el apoyo del curador a sus compañeros de Tonalá. “Somos muchos los artesanos que nos vimos beneficiados por la labor de promoción, difusión y las exposiciones que se llevaron a cabo aquí en Casa ITESO Clavigero. Esas exposiciones que luego hicieron itinerancia por México”, dijo él. Luego, Santos entregó una pieza de barro bruñido a Gutierre como regalo. 

Como en casa, Aceves Piña formó una familia conformada por el personal de apoyo y seguridad de la casa y del Centro de Promoción Cultural del ITESO. A ellos les expresó su agradecimiento y les recordó que seguirá colaborando como asesor, al tiempo que emprenderá otros proyectos personales de escritura para dar continuidad a su divulgación sobre los saberes tradicionales, la cultura y la memoria colectiva.  

Al finalizar los honores y los aplausos, la ceremonia continuó con el brindis y la fila de abrazos volvió a formarse frente a Gutierre. Esa noche, en la Casa ITESO Clavigero, él y su legado fueron los protagonistas dignos de admiración.